martes, 14 de enero de 2014

Educación de calidad, ahora sí

Ahora que terminó el año, los exámenes de repetición y las postulaciones a las universidades, es tiempo de pensar en una educación de calidad. Comencemos notando que lo que se imparte en las universidades chilenas –y quizás en muchos colegios–  no es educación sino instrucción o capacitación. Esta afirmación no pretende ser peyorativa, es simplemente un constatación de que lo que se enseña en casi todas las carreras de casi todas las universidades son cosas prácticas, útiles. La importancia y necesidad de lo útil y práctico es clarísima. Primum vivere deinde philosophari.

Ahora bien, la realidad no se agota en lo útil. Es aquí donde empezamos a hablar de educación: en lo que se refiere a la realidad y al ser humano como un todo, y no sólo a alguno de sus aspectos. Para aterrizar esto: la investigación y enseñanza acerca de cosas como el sentido de la historia, el valor del placer, el significado de la justica, el amor y la amistad, el sentido  del sacrificio y el dolor, es decir, el estudio acerca de cómo es la realidad y cómo conviene vivir, suele estar bastante ausente de nuestras aulas. Sin embargo, sin una orientación final lo útil, lo técnico, carece de sentido. Por eso, no hay nada más práctico que una buena teoría.

Tampoco es que los estudiantes vayan a la educación superior a buscar eso. Por lo mismo, insisto, debería hablarse de capacitación o instrucción, por sofisticada que sea. El problema está en que muchísimos estudiantes dan la impresión de tener las cuestiones fundamentales resueltas. No está muy claro cómo; no parece que hablen mucho sobre estos temas con sus padres, por ejemplo. Tampoco parece ser que haya mucha disposición a cuestionar que antes de los veinte todavía queda mucho por aprender sobre estas cosas, a aceptar que ese aprendizaje puede venir de la experiencia de otros y que esa experiencia ajena puede estar también en libros.

Es cierto que en la mayoría de las universidades se imparten cursos llamados de formación general, ética, etc. Pero seamos sinceros, son un barniz que no penetra el carácter de las instituciones. Son los parientes pobres de los demás ramos. Están ahí para que no se diga que se descuida la formación integral del estudiante, pero son un quiste que no logra integrarse, que no puede aspirar a más que ser tolerado en su lugar periférico. Por supuesto que todas las universidades negarán el contenido de este párrafo, pero hay que ver cómo funcionan en la práctica.

Por lo anterior, el alumno que quiera una educación de calidad, lo que en otros tiempos y lugares se llamaba educación liberal –porque sólo el hombre libre puede dedicarse a las cosas más elevadas– tendrá que buscarla en otro lugar: en la lectura y en la conversación con personas de inquietudes similares. La universidad hoy se encuentra enfocada a lo práctico, y el conocimiento que imparte, fragmentado. Buscar una visión comprehensiva de la realidad será una misión personal en compañía de unos pocos. Si el estudiante tiene suerte, algún profesor despertará esa inquietud y algunos amigos lo acompañarán.


Algunas propuestas modestas para alcanzar instrucción y educación de calidad:

No soy muy amigo de las listas de libros (hay algo de artificial y muerto en ellas), por lo sugeriría al estudiante inquieto que busque recomendaciones de un amigo o profesor. Si no lo tiene, puede ver lo que sigue: 

A student’s guide to liberal learning (James Schall, SJ) es buen lugar para empezar. No está en castellano, pero espero que pronto lo esté. La educación de Henry Adams (Henry Adams), es una autobiografía intelectual con la que más de uno puede sentirse identificado. Lo mismo vale, en otro plano, para las Confesiones (San Agustín). Para reflexionar sobre la Universidad como institución no estará mal tomar El cierre de la mente moderna (Allan Bloom), la Idea de la Universidad (John Henry card. Newman), o incluso Tres versiones rivales de la ética (Alasdair MacIntyre). El ocio y la vida intelectual (Josef Pieper) es para el que quiera distinguir el trabajo y la diversión de la contemplación, y si alguno, a pesar de estar en una buena universidad sigue perdido, puede leer la Guía para los perplejos (E.F. Schumacher).

Acto seguido habría que hacer una lista de novelas, obras de teatro, poemas y películas que muestren encarnadas diversas experiencias humanas, pero para no caer en lugares comunes, se omitirá. Basta con que el estudiante se aconseje bien y tenga presente que las cosas importantes pueden aprenderse de muchas maneras, y que las verdades sobre el ser humano pueden verse, a veces, mejor reflejadas en obras de ficción.

Los libros son caros, pero ese no es el problema principal. Visitar las librerías de libros usados, la biblioteca pública local, y algunas páginas web con libros gratis como www.cervantesvirtual.comwww.memoriachilena.cl y www.dominiopublico.es, etc. puede aliviar el bolsillo.

Y ya que tocamos el tema de internet, no podemos dejar de decir que, aunque el tema inicial haya sido la educación, la instrucción o capacitación que han recibido los estudiantes es deficiente. No soy partidario del “online learning”,  pero algunas cosas se pueden aprender de la pantalla. Dado que pasamos cada vez más tiempo frente a ella, es deseable que sea bien aprovechado. Una de las cosas más útiles que se pueden aprender online es mecanografía en www.cursomeca.com, por ejemplo. Todo tiempo dedicado a esto es tiempo bien invertido, y si algún estudiante no lo cree, espere a tener que terminar un informe, tarde en la noche, contra el plazo al final del semestre.

Para subsanar las carencias en estudio de los idiomas www.duolingo.com es un buen recurso. Más allá de habilidades (quien busque en internet podrá aprender desde dibujo hasta cocina), probablemente el recurso más completo sea www.coursera.org (sobre todo porque tiene cursos en castellano) que ofrece cursos en línea de numerosas universidades del mundo. Otro parecido es www.edx.org, pero sólo tiene cursos en inglés. En estos sitios el estudiante que busca conocimientos de calidad (y gratis) podrá aprender desde cálculo hasta historia de Egipto, pero no es claro que encuentre la sabiduría. Por supuesto que, como todo en la vida, esto requiere de esfuerzo y perseverancia, que es parte de la educación de calidad que todos quieren pero pocos buscan.

No hay comentarios:

Publicar un comentario