martes, 13 de enero de 2015

Dios sí selecciona

El problema de la selección en los colegios católicos ha llevado a algunos a crear la consigna “Dios no selecciona”, por lo que la selección sería inmoral, poco cristiana, etc. Una consigna así puede estirarse indefinidamente: “Dios no paga impuestos”, “Dios no toma Pepsi-Cola”, “Dios no lee novelas históricas”… La teología de la vía negativa da para mucho pero dice poco. Sin embargo, se trata de algo más, de reclutar a Dios para una causa político-social, como si Dios fuera un gran social-demócrata en el Cielo siempre dispuesto a dar su auspicio a los pequeños social-demócratas de la tierra.  Además de que reclutar a Dios para causas terrenas es delicado (no es que a Dios no le interese la política, es cosa de estudiar a Santa Juana de Arco), los argumentos teológicos han de dejarse para cuestiones teológicas. Las cuestiones ideológico-político-sociales tienen que resolverse con sus propios argumentos.

La consigna “Dios no selecciona” implica un enorme error de perspectiva (que se entiende dada la deficiente formación filosófica y teológica de nuestra época). Para empezar, el acto creador de Dios implica una selección muchísimo mayor de la que sería capaz cualquier ser humano: de entre todos los mundos y personas posibles, que son infinitos, Dios eligió –seleccionó– nuestro universo con sus criaturas particulares. Los demás mundos y personas posibles ni siquiera fueron llamados a la existencia. Además, dentro de nuestro mundo Dios también selecciona: elige a un pueblo para que sea su pueblo y sólo por ese pueblo serán salvados los demás. Le habla directamente a unas personas y no a otras. De todos los momentos históricos posibles, selecciona uno en particular para encarnarse; de entre todas las mujeres, elige una para que sea su madre y de entre todos los hombres a uno para que sea su padre putativo. De entre todos los judíos de su época, elige a setenta y dos para que sean sus discípulos, de esos selecciona a doce para que sean sus apóstoles y de entre ellos a tres para que sean testigos de su transfiguración y agonía. En fin, queda claro que Dios sí selecciona, lo cual no implica nada para la selección escolar.

¿Qué se quiere decir cuándo se dice que Dios no selecciona? Seguramente que Dios quiere que todos se salven, que no rechaza a nadie que se acerca a Él, etc. Sin embargo, y esto sí puede dar una pequeña clave para hablar de selección escolar, si bien Dios no rechaza a nadie, algunos pueden rechazar a Dios mediante su conducta o creencias. Dios no selecciona al modo de una predestinación de tipo calvinista, pero tampoco se impone a nadie que no lo quiera. ¿Qué tiene que ver esto con un colegio? Que puede haber personas que, sea por lo que afirman o por cómo viven, no se adecuen al proyecto de una institución y esa institución, por lo mismo, tiene el derecho de no dejarlos entrar. No se trata un rechazo, sino de una auto-marginación del supuesto interesado, cosa que Dios acepta.

4 comentarios:

  1. Esto es como un extraño parafraseo de la parábola del hijo pródigo; salvo que, al final de la historia, el padre rechaza al hijo, exigiéndole que se "auto-margine" de la hacienda.

    Más allá de lo "religioso", el problema es qué significa adecuarse al proyecto de una institución. Si, tal como dices, lo que afirma una persona o cómo vive es determinante para establecer si es adecuada para el proyecto escolar, entonces que se establezca explícitamente y que no se deje al arbitrio de una entrevista.

    Además, seamos sinceros, ya que lo que aquí planteas son eufemismos. Si una madre soltera quiere darle educación cristiana a su hijo en un colegio cristiano, no veo por qué no debería aplicarse un criterio cristiano para distinguir si se el niño es adecuado para el colegio. Y bajo esta lógica, lo natural sería aceptarlo, tal como en el Nuevo Testamento se acepta a cualquiera que haya sido "pecador". El resto es pura y llana discriminación arbitraria.

    Por último, toda la referencia a Dios en tu artículo está de más. Habría bastado con "Puede haber personas que, sea por lo que afirman o por cómo viven, no se adecuen al proyecto de una institución y esa institución, por lo mismo, tiene el derecho de no dejarlos entrar. No se trata un rechazo, sino de una auto-marginación del supuesto interesado". Habría sido un artículo muy corto, preciso, y no habrías caído en una especie de falacia ad verecundiam, justificando tu afirmación en base a lo que un dios particular hace.

    Recuerda que estamos en un Estado laico, por lo que, para efectos de la cosa pública, ni Dios ni Alá ni Zeus ni Watauinewa tienen importancia. Saludos.

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  2. Estaba pensado en la parábola del banquete de bodas, dónde el invitado que llega sin el traje apropiado es expulsado (Mateo 22, 1-14).
    Es cierto que nuestro estado es laico, pero eso no significa que sea oficialmente ateo. La cultura del territorio es cristiana, por lo que lo que creen y hacen los cristianos -mayoría del país- sí tiene alguna importancia para la república, como ya se está viendo en el debate sobre la objeción de conciencia.
    En todo caso, precisamente lo que quise decir al atacar la consigna de que Dios no selecciona es que los argumentos teológicos son para hablar de teología y no de socio-política.

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  3. Decir que rechazar a un estudiante porque su familia no es el canon de un catolico, es lo mismo que el estafador que señala que como el estafado no leyo la letra chica es su culpa. Jesus no selecciono, acepto a quien quizo escucharlo. Al cobrador de impuestos a la prostituta etc. De hecho como catolico solo aceptar familias catolicas es actuar como el fariseo que no ayudo a los necesitados por ser diferentes.
    Jesus y por tanto todo catolico debe ser samaritano y no preguntar como es quien necesita educacion, sino que ofrecerla a todos y darla a quien golpee la puerta pidiendola.

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  4. Ahhh, entiendo todo, supongo que va a estar Dios mismo seleccionando entonces.

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